LEY DE DIOS
Como un puñal clavado en mí
Estás así, honda y tenaz,
En la pasión que has despertado.
Y si tú te vas no tendré
luz
Y llevaré siempre la cruz,
De ser un pobre fracasado.
Al porvenir, fantasma cruel
Estando tú no temeré,
Será un vergel,
Eres el sol del soñador
Que se encendió con su
fulgor,
Y nunca más ya se apagó.
El amor, ley de Dios, que a
ti me ató
Me condena a vivir así,
Por esa ley de Dios, mi
corazón
Es un volcán en erupción.
Mi pasión inmortal siempre será
Hasta el más allá,
perdurará.
Tú, eterna en mí
Siempre has de vivir,
Hasta después de morir.
No dudes, no, en ese altar
Igual que hoy te adoraré,
Con ciega fe de enamorado.
No dudes, no, que en este
amor
Que es inmortal te brindaré,
Toda la dicha que has
soñado.
Mi cielo azul, eres el sol
Que dio calor a ese amor,
Que el pecho abrió.
A mi alma ha hecho florecer
Blanco clavel que al
reventar,
Busca salir de su prisión.
Letra : Guillermo Guillén (Juan Guillermo
Parfait)
Música : Carlos Julián
Grabado por Miguel Montero con
acompañamiento de guitarras. (sello Odeón, 20-12-1972)
(colaboración enviada (letra y
grabación) por el amigo Amado Lafuente. 09-2011)