(vals)
(2000)
Y la mujer se guardaba
Ilusiones de uvas pardas,
Mientras sus ojos quemaban,
Pasiones de rotas llamas.
Sobre la mesa, rencores
Se escurrían y quebraban,
Y se daban contra el piso
Haciendo cabriolas raras.
Sus manos tajeaban sombras
Como filosas espadas,
Y dibujaban un cielo
Inquieto de locas garzas.
Entrega la noche tiempos,
Tiempos de nubes en llamas,
Y se cubre de espirales
De humo y voces no claras.
Se rompe la luna en copos,
En mariposas de gasa,
Y revientan amapolas
Llenas de sangre las alas.
Ya la mujer bebe seria
Con la noche en la
garganta,
Tiene la voz que le duele
Por eso quiere quemarla.
Y se refugia en un tango
En uno que nadie canta,
Y que le suena en las
sienes
Dolor de fueye y guitarra.
Mujer que duele y se duele
En un tango que se guarda,
Que la emborracha de penas
Vestida de ausencias
largas.
Letra : Miguel Jubany
(Miguel Ángel Pablo Jubany)
Música : Marcelo Raigal (Marcelo Alberto
Raigal)
Grabado por la orquesta de Marcelo
Raigal con la voz de Graciela Giordano. (Madrid, 2005)