GUITARRA DE AUSENCIA (II)
Cuando el destino me dejó
muy solo
Al arrancarme de ella sin
piedad,
Guitarra mía, tu vibrar
sonoro
Mitigó la pena que me hizo
llorar.
Y tu madera palpitó conmigo
Junto al cansancio de mi
desazón,
Pues con tu arpegio lleno
de esperanzas
Se encendió la llama que me
consoló.
¡Canta guitarra!, No llores
su ausencia
Porque ella nunca, para mí,
murió,
No ves acaso, que aún sin
su presencia
Mi alma la recuerda con el
mismo amor.
Yo estoy seguro que
entendés mi pena
Porque al pulsarte pudiste
sentir,
Que la tristeza que invadió
mis venas
Hizo que tus cuerdas
vibraran por mí.
¿Cuál fue el misterio que
calmó mi angustia?
¿Qué raro hechizo mi herida
curó?
¿Acaso el canto de tu caja
oscura
o la melodía de tu
diapasón?
Guitarra amiga, fiel y
confidente
Extensión sonora de mi
corazón,
Recuerda siempre este
humilde canto
De un pobre poeta que muere
de amor.
Letra y música : José Surachi