DEJALO
Las cuatro ya y todavía
No ha venido el ingrato,
Me acaricia y ante las luces del día
De las falsedades de su corazón.
Se sufre esa espera
Me paso las horas,
Pobre vagabunda
De bar y café.
Y aunque es el ingrato
Llega en las auroras,
Como a reprocharme
Tan loco querer.
“Dejalo”, me dicen
Todas mis amigas,
“No lo esperes, sonsa
que es para tu mal”.
Mas vivir no puedo
Yo sin las fatigas,
Que me da en el llanto
De su amor fatal.
Y así me consumen
Las noches, el alma,
Y mi pena arrastro
Tras su cruel amor.
Hasta que una noche
Más honda y más larga,
Que todas las noches
De mi vida amarga,
Me trague con todo
Mi enorme dolor.
Letra :
Vicente Martínez Cuitiño
Música :
Salvador Merico
Grabado por la
orquesta de Francisco Canaro
con la voz de Azucena Maizani. (sello Odeón Nº 11.043,
28-12-1926)
Grabado por Rosita
Quiroga con acompañamiento de guitarras. (sello RCA N°
80.900, 08-06-1928)
(letra obtenida
de la grabación)