QUERIDO CARLOS GARDEL

 

 

 

 

Llegaste al Abasto, te trajo el destino

En sus adoquines resonó tu andar,

Jugaba en tu cara la eterna sonrisa

Aquella que supo a todos llegar.

 

Morocho y bohemio, del centro al suburbio

Las luces del tango hiciste brillar,

Sutil pentagrama trazó tu silbido

Con notas que sólo podías tú lograr.

 

Para todos “El Morocho”,

“El troesma”, “El Zorzal”,

La canción fue tu camino

Melodía de arrabal.

Le cantaste a Milonguita

Su berretín y ambición,

Y al amor que fue tu sueño

Le entregaste el corazón.

 

Hoy están de duelo los vates porteños

Recorren con pena la antigua ciudad,

La cita: “El Abasto” para estar en punto

A la hora en que vuelve tu duende a cantar.

 

Tu historia fue un sueño doliente en la bruma

De esta Buenos Aires que no ha de olvidar,

Tu voz hecha tango, querido Carlitos

Quedó entre nosotros, por siempre ha de estar.

 

Letra : Norma Ester Montenegro

Música : Quique Rassetto  (Enrique Walfrido Rassetto)

 

 

AtrásMenú Principal