OH, MADRE DEL ALMA

(vals)

 

 

¡La barca de mi vida lleva mal rumbo!

El signo de mi suerte me está diciendo:

¡No cruces por los mares, sin ver

antes, si son profundos!,

Porque en este mundo

Bien puedes naufragar.

¡Y yo, tan torpemente, tuve de loco

delirio por la nave de tu hermosura!

¡Y en ella me he perdido, fugaz

como se pierde un niño,

en busca de cariño

pero sin realidad!

 

¡Oh, madre de mi vida!

Vuelvo hasta ti, vencido,

Por esos golpes rudos

Que en la vida he sufrido.

Yo quise con locura

Al ángel de mi ensueño,

La cual robó mi sueño

Matando mi ilusión.

¡Oh, madre tan querida!

No sabes hasta dónde,

Yo pronuncié tu nombre

En crueles horas negras.

¡Chocando en una roca

de un corazón de piedra!

¡Y en ella abrí esta herida

la cual sangrando está!

 

¡Hoy vuelvo a tu lado, madre del alma!

¡Cargado de amargura, busco tu aliento!,

Para que me devuelva en mi fe

Los puros sentimientos,

Que tuve en los momentos

De aquel querido hogar,

Ligado a la hermosura de la que quise

De quien jamás pensaba, fuese olvidado.

¡La misma fue culpable del mal

que tanto he padecido,

y que al dejarme herido

no me podré curar!

 

Letra : José Fernández Perrusine  (José Fernández)

Música : Jaime Vila

 

 

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