LA ROSA
¡Andate!... Ya esperaba tu
golpe temerario,
Seguí, ya que el destino la
huella te marcó,
Que ya he de resignarme
igual que un presidiario
Que sabe la sentencia que
el juez ya le falló...
¡Andate!... Pero nunca te
olvides en la vida
De que yo he sido siempre
derecho para vos,
Al fin si me querías con
esa fe mentida
Yo en pago te adoraba, como
se adora a un dios.
Si te vas, acordate de este
amigo
Que en tus noches aciagas
de aflicción,
Supo darte la gloria de un
abrigo
En el templo de su buen
corazón.
No es así tanto bien como
se paga
Pero ya que tu antojo es
claudicar,
A pesar del despecho que me
amaga
Sos mujer y te debo
perdonar.
Pensá que no es muy fácil
hundirte en el olvido
Con toda la ternura que en
vos deposité,
Me siento cual si fuera un
cóndor que está herido
Y sé que para siempre las
alas plegaré.
Si por abandonarme tu
corazón se afana
Será que nunca mi alma,
cariño te inspiró,
Pero llevalo en cuenta que
llorarás mañana
Al no encontrar un hombre,
tan bueno como yo.
Letra y
música : Francisco Brancatti y Emilio Castaing