ROSA Y MALVÓN
(vals)
Una pálida niña tras un
balcón
Da marco a sus ojeras, rosa
y malvón,
El alma de una estrella
fugaz que cruzó
Y el fervoroso ruego de un
corazón.
La luna que recuerda cuando
fue
Ella que todo sabe y que
todo ve,
De las falsas promesas que
escucha, se asombra
Y de los juramentos que
matan la fe.
Fue testigo, la luna
escondida
En el velo de un cielo
otoñal:
¡Yo te quiero! - dijo - y
sueño
Con tu amor que enloquece
mi vida.
Yo creí en su pasión, que
cegó mi razón
Y esa noche le di el corazón,
Lo perdono, Señor y te pido
Si fue cruel conmigo, perdones
igual,
Si me hizo mal... pero pude
esa noche
Que nunca la olvido, saber
que es amor.
Una pálida niña tras un
balcón
Da marco a sus ojeras, rosa
y malvón,
Sus ojos afiebrados, la
noche rondan
Mientras los labios nombran,
tan dulce amor.
Amor que fue en su vida,
razón de ser
Que el tiempo no ha borrado
y hoy como ayer,
Su imagen que no puede
perderse en la sombra
Perdura en los recuerdos,
de un hondo querer.
Letra : Eduardo
Parula (Eduardo Domingo Parula)
Música : Horacio
Salgán (Horacio Adolfo Salgán)
(colaboración
enviada por el amigo Amado Lafuente. 01-2008)