PALO VERDE
Señor Alcalde he sido,
igual que el “palo verde”
Jamás ardió en mi pecho la
llama del amor,
Traté de ser muy bueno,
humilde y laborioso
De ser un hombre como mi
madre me enseñó.
No sé, señor, si ha sido mi
suerte o mi desgracia
Que esa mujer un día, tan
hondo me miró,
Que yo que nunca había
sentido amor alguno
Amé desde ese día, con todo
el corazón.
Fue terrible el desengaño
Que por ella yo he sufrido,
Es preciso haber tenido
Mucha ternura en el
corazón.
Volcar en su alma, mi alma
Darle en fin, toda mi vida,
Y al final de la partida
En vez de amor, encontrar
traición.
Y ahora que ha pasado,
señor, el cuarto de hora
El mal cuarto de hora que,
ciego, me ofusqué,
Confieso que me encuentro
bastante arrepentido
Y no me explico cómo, cómo
es que la maté.
Me sigue su recuerdo, la
siento dentro ´el alma
Porque ella fue la sola
mujer a quien amé,
Y ella fue la sola persona
que me hizo
Vivir horas felices, que
nunca olvidaré.
Yo sé que la ley me ampara
Porque un marido engañado,
Puede matar escudado
En que ha defendido su
honor.
Pero por sobre los códigos
Y la ley más sabia y sana,
Hay una ley más humana
Y es la que dicta el
corazón.
Letra : Juan
Andrés Caruso
Música :
Humberto Canaro (José Canarozzo)
(partitura,
colaboración del amigo Aurelio Puccini. 02-2008)
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