ES MÍA
“Sálvame de esta falta”, me
dijiste
“Te dejo mi nenita
No digas de quién es”.
Temiendo al “qué dirán”, es
muy posible
Que al fin la hubieras
muerto,
Con tal de verte libre
Del reproche a tu honradez.
¡Yo te salvé!, ¡Yo la salvé!
Y venís a quitar
Lo que yo, para mí, quiero
más.
Lo sabe la cunita en que
durmió
Cuánto sufrí, cuando enfermó,
Y saben mis pulmones del afán
Por conseguir algo de pan.
Y saben mis almohadas
De la angustia y el desvelo
Que pasó mi corazón...
Y me la quitan, sabiendo de
que nadie
Puede darle más amor que yo.
¡Es mía, sólo mía, toda mía!
Es hija de una falta, que
yo
Por vos, pagué.
Si entonces, como madre,
fuiste indigna
Yo tengo más derecho,
Pues sólo por su vida
Puse en juego mi honradez.
¡Yo la salvé!, ¡Yo la salvé!
Me la roban, Señor
Sin razón, sin piedad y a
traición.
Letra : Atilio
Supparo
Música : Alfredo
Malerba (Alfredo Antonio Malerba)
(colaboración
del amigo Vicente Luis Cuñado. 08-2008)
(Ref.
en tango “Caminando... caminando”)