DÉJELO, SEÑORA
El pelo revuelto, las
medias caídas,
Los zapatos rotos, de tanto
jugar,
Una camiseta ya
descolorida,
Debajo, una almita, que
sueña ser crack.
Cansada, la madre, de tanto
llamarlo
Por fin a la calle, lo ha
ido a buscar,
El pibe, con pena, deja “la
de trapo”
Y firme se apresta, al reto
final.
¡Déjelo señora!, Déjelo
jugar,
Tal vez, algún día, le de
la alegría
De verlo hecho un crack.
Benavídez, Méndez, Lacasia,
Labruna,
Boyé, Grillo, Pescia y
otros muchos más,
Fueron como el pibe y ya ve
señora,
La “celeste y blanco”,
defienden ahora
Entre los más grandes del
fútbol mundial.
En todos los barrios, del
Gran Buenos Aires
Igual que su pibe, mil
pibes están,
Shoteando y shoteando,
tejiendo en las calles
Con mil filigranas, sus
sueños de crack.
Y así, déle y déle, hasta
que algún día
Rodeados de gradas,
glorioso y triunfal,
Entre el clamoreo, de
hinchadas bravías
Defienda la insignia de un
“team” nacional...
¡Déjelo señora!... Déjelo
jugar...
Letra : José
De Grassi
Música : Miguel
Bonano
Grabado
por Edmundo Rivero con acompañamiento de guitarras. (1953)