BUENA PIBA

 

 

 

Con un raro temblor de pupilas

Mostrando la mueca de un hondo sufrir,

Al besarme, su mano intranquila

Me dijo la piba: “Me voy a morir”.

Y llevando mi frente a sus labios

Un beso profundo, llorando me dio,

Pues como una madre, olvidando agravios

En su pecho mustio, fuerte me estrechó.

Y después de darme, su consejo sabio

Como un angelito, la piba expiró.

 

Sin ella la existencia

Se me hace cuesta arriba,

Y el tétrico recuerdo

Ya se hizo carne en mí.

Nunca me dio un disgusto

Era una buena piba,

Sensible y cariñosa

Como jamás yo vi.

 

La muerte inesperada

Se la llevó consigo,

Y ante el vacío enorme

Que hay en mi corazón.

En vano intenta darme

Su aliento el más amigo,

Si sólo pienso en ella

Con gran veneración.

 

Pobre piba que tanto soñaba

Con el paraíso de un mundo mejor,

Sin recelos, reía y cantaba

Tejiendo ilusiones con lazos de amor.

Mas la gloria del sueño dorado

Hundióse con ella, con furia sin par,

Y es por eso que ando, tan desorientado

Tan lleno de angustia, siguiendo al azar.

Pues siempre leía, muy emocionado

En sus ojos garzos, el ansia de amar.

 

Letra : Francisco Brancatti

Música : Roberto Sánchez

 

Grabado por Azucena Maizani con acompañamiento de piano, violín y guitarra. (1932)

 

 

(letra obtenida de la grabación)

(colaboración enviada por el amigo Amado Lafuente. 08-2008)

 

 

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