BUENOS AIRES SIN TU VOZ
(A Eladia Blázquez)
Quedó en Avellaneda el
corazón,
No fue casualidad o
insensatez,
Prendió esa geografía de
niñez
Osada timidez, toda pasión.
El vientre de tu piano
acarició
La cálida insolencia de tu
voz,
Orfebre de palabras sin
timón
Moldeada inspiración, que
te habitó.
Tu vuelo de nostálgico
gorrión
Honró la sinfonía de vivir,
Tal vez fue sin querer, mas
no fue sin sentir
Que al viento desplegaste
tu canción.
Trepó tu fiel coraje a la
estación
De los que no se oxidan al
morir,
Volveme a repetir, que
puedo revivir
Al niño, que dormido se
quedó.
Agosto con su frío dibujó
En tu almohada de luna, un
simple: ¡Adiós!
Y te crecieron alas, y
piolín...
Y tu aventura eterna
despertó.
El gris de Buenos Aires va
a extrañar
Tu risa luminosa de carmín,
Y el pulso de tu mano que
esparció
Pedazos de su historia, de
bruma y adoquín.
Letra : Marta
Pizzo (Marta Susana Pizzo)
Música : Quique
Rassetto (Enrique Walfrido Rassetto)