BAR   (II)

 

 

 

El bar destilaba su taciturno encanto

Mezcla de rumor y desconcierto,

El destino se repite así

Trágico, como el destierro.

 

Un hombre y su sombra se acercaron

Y respetuosamente quisieron hablarme,

No se los permití

Luego no me perdoné tal soberbia.

 

Mientras los vi irse musitando penas,

Entendí mi lejanía de aquéllas pequeñas cosas,

Cobardía ante el prójimo sincero

Que no busca amigos,

Si no un trago y hablar del cielo.

 

El bar me dejaba solo

Con el sonido de las vajillas,

Pasando del agua al fuego

Y una música intimista,

En el silencio de la lúdica sospecha.

 

Letra y música : Hugo Nicolás Taglia

 

 

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