UN SUEÑO, NADA MÁS
Igual que un fantasma que
acercó el pasado
Tenaz, corcoveando entre la
neblina,
Un frágil tranvía, trágico
y cansado
Desnuda su angustia en la
vieja esquina.
Astilla de un tiempo que se
hizo recuerdo
Parece buscarse en lo que
se ha ido,
Arrastra sus huesos con
tranco muy lerdo
Y es áspera brisa, su
respiración.
Es un Buenos Aires
Que acaso regresa,
Que quiere mirarnos
Campanear la vida.
Tristón y asombrado
De ver tanta herida,
De tantear sus ruinas
De hurgar su fatiga.
Las calles que duelen
La melancolía,
De cosas que se fueron
Ver que no crecieron,
Las flores soñadas
Los mejores días...
Disuelto en las luces de la
aurora nueva
Se pianta el tranvía rumbo
hacia el olvido,
Tal vez tantas llagas
sórdidas lo llevan
Tras el Buenos Aires que
ayer fue su abrigo.
Sonámbulas sombras le
vieron el gesto
Que esconde con pena,
lágrimas raídas,
¡A ver, Buenos Aires! A
jugarse el resto
Y cambiemos esto, con ganas
y amor.
Letra : Héctor
Negro (Ismael Héctor Varela)
Música : Gabriel
Clausi (el “Chula”)