SUEÑO DIVINO
(vals)
Más hermosa que las ninfas
juveniles
Que en las playas del
deseo, yo soñé,
Los comparo a los de Venus,
tus perfiles
Mujercita, que en la boca
te besé.
Nada falta en el primor de
la escultura
De tu cuerpo tan divino y
seductor,
Quien te mira, se deleita
en tu hermosura
Porque donde estás
presente, está el amor.
El sol del Paraíso
Bronceó tu piel morena,
A tus cabellos negros
La noche los besó.
Una rosa de sangre
Se asoma en tu boquita,
Y el “Lucero del alba”
En tus ojos de amor.
Envuelta en el encaje
De una gentil sirena,
Tu elegante figura
Me llena de ilusión.
Por eso soy dichoso
De ser tu fiel esclavo,
Mujer, cuando te alabo
Te doy mi corazón.
Nace el día entre celajes
purpurinos
Y yo apenas me despierto,
pienso en ti,
Mientras oigo en mi jardín
los dulces trinos
De las aves, que a tu amor,
cantan por mí.
Yo no tengo más fortuna en
este mundo
Que el tesoro espiritual de
tu querer,
Te idolatro con el celo más
profundo
Por divina, por hermosa y
por mujer.
Letra : Roberto
Duillo Marano
Música : Domingo
Julio Vivas
Grabado
por Héctor Mauré con el acompañamiento de la orquesta de Jorge Dragone. (1973)
(letra
obtenida de la grabación)