Puente y murallón,
Bruma en el yuyal,
Filo de la fila de vagones
que al pasar
Parte a Buenos Aires en dos
partes, como a un pan.
Todo es irreal,
Puente y murallón,
Todo, sin embargo es tan
presente
¡Tan igual!
Y vuelvo a atravesar esta calle
otra vez,
La calle donde aún se
marchita tu fe.
Y está el atardecer, atado
a tu rencor
¡Tan gris de soledad!
Que cruza por mi ayer
La angustia matinal,
Del cristal de tu voz
Vereda del dolor.
Hojarasca sin fin
De un adiós otoñal,
Donde amar es morir.
¡Sabiendo que fui cruel
un instante fatal...!
Sordo paredón,
Turbio ventanal,
Calle que maldicen los
viajeros al llegar
Huella abandonada por los
barcos en el mar.
Cielo de carbón,
Lluvia de metal,
Cruz de un corazón que se
desangra
En el cordón.
Letra :
Alejandro Szwarcman (Alejandro Gregorio
Szwarcman)
Música : José
Ogiviecki (José Bernardo Ogiewiecki)