LA CACHETADA

 

 

 

Humillación... dura y brutal,

Anunciación... de algo fatal...

Con su chasquear de innoble latigazo,

Con su sonar de ofensa pregonada,

Es tan cruel la roja cachetada

Que hiere el alma como un puñal.

Inesperao... sello mordaz,

Deja marcao... sobre la faz...

Sus cinco dedos son la roja llama,

Que enciende el drama

Del odio brutal.

 

Recitado:

Afrenta sonora que invita a pelear

Que crispa las manos y busca el puñal.

 

Tu afrenta, sin embargo, fue peor:

Aún siento dentro ’el alma su escozor,

Tenaz y cruel, me atormenta el vivir

Y su rigor me condena a sufrir.

Mi pecho es una hoguera de rencor

Desde la tarde en que tu labio oí,

Decirme con desprecio:

”No sos hombre para mí....”

 

Y así marcao... por tu desdén,

Envenenao,... tragando tu hiel...

Pienso que ayer tus labios pasionales

Su sed de amar saciaron en mis labios,

Para después pagarme con agravios

¡Tanta ternura, tanto querer!

Tu ofensa fue... golpe fatal

Para mi fe... sentimental...

Tu vil desprecio ya cavó un abismo

Y por el mismo, me empuja hacia el mal...

 

¿Por qué me pegaste en vez de hablar?

¿Por qué tu rabia no saciaste así?

¿Por qué, por qué, no supiste pegar

en vez de hacer tal escarnio de mí?

No hay cachetada como tu desdén.

No hay cachetada que haga así sufrir.

Vos me enfermaste el alma,

Invitándola a morir...

 

Letra : V. Juan Clauso  (Venancio Juan Pedro Clauso)

Música : Roberto Firpo

 

Grabado por la orquesta de Francisco Canaro con la voz de Ada Falcón. (1933)

 

 

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