EL CANTOR
Siempre, fueron tus manos
un regazo
Para los “puntos” fieles
del boliche,
También para la viola que a
destajo
Sin chistar, puso música a
tu espiche.
Una vez, entre copas y
chamuyo
Pichuco te ofrendó su
bandoneón,
Y fue tu voz total, como un
arrullo
Para ese fueye triste y
querendón.
Creció tu tango grave en la
ciudad
De la humedad, nostalgia y
amistad,
Se impuso en la milonga el
trovador
Que entró de puro guapo en
el salón.
Quizás, para empardar
aquella hazaña
Se instala en las rodillas,
la guitarra,
Dando charlas, al estilo,
por placer
Andás haciendo yunta con
Gardel.
Discepolín, Homero y
Celedonio
Te legaron la fama de sus
rimas,
Porque fue tu garganta en
un verso
Que acunó tanto drama que
lastima.
Con tu pinta de gaucho
aporteñado
Copaste “Tibidabo” y “Marabú”,
Y fiel a Puente Alsina y tu
pasado
Nunca dejaste de cantarle
al “Sur”.
Tango
dedicado por sus autores a Edmundo Rivero (Leonel Edmundo Rivero)
Letra : Enrique
Bugatti (Enrique Pacífico Bugatti)
Música : Edmundo
“Muni” Rivero (Edmundo Rivero (hijo))
Discepolín:
Enrique Santos Discépolo
Homero:
Homero Manzi
Celedonio:
Celedonio Esteban Flores
Grabado
por Edmundo “Muni” Rivero con acompañamiento de orquesta.
(letra
obtenida de la grabación)