UN TAL MEDINA

 

 

 

Se fue... con un tal Medina, 
Que la envolvió con sus prosas,
Como ella se llama Rosa
Me hizo sentir sus espinas...
Solo, sin fe, casi viejo
Por lo que vale mi vida...
Me está sobrando el pellejo
Nada, ni nombre, ni perro 
Hoy ya me queda,
Ella escribió cuatro cartas 
¡Y se acabó!
 
Para poder olvidarla
Me sobran penas,
Para cobrar su inconstancia
Me sobra amor.
Sirva, si alguno convida,
Así­ me doy gusto en vida
Ya que se ofrece ocasión.
Eso, si cuento por vivo
Que a veces se me hace cierto,
Que por rigor de su olvido,
Pesaroso y abatido 
Voy contando ya por muerto. 
 
Se fue... con un tal Medina 
Que la envolvió con sus prosas,
Como ella se llama Rosa
Me hizo sentir sus espinas...

 

Letra : Carlos Bahr  (Carlos Andrés Bahr)

Música : Roberto Garza  (José García López)

 

Grabado por la orquesta de Domingo Federico con la voz de Oscar Larroca.

 

 

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