UN DESOLADO CORAZÓN
La dejé que se marchara,
sin pensar
Que su ausencia me traería
este dolor,
Ilusiones, esperanzas
Todo ha muerto por mi culpa
y desamor.
Y sus lágrimas de amor que
no entendí,
Y las súplicas que nunca
profirió,
Hoy me cuentan su martirio
Hoy que todo para mí,
murió.
Qué lejos de mi beso
Dormirá tu frente.
Qué carga tan inmensa
Sobre mi conciencia.
Y te llamo, nuevamente
Y te busco, entre la gente,
Que me mira, indiferente
Qué le importa mi sufrir.
Señor, yo te lo ruego,
Dile que no puedo
Sin su amor, vivir...
Yo no supe que era enorme mi querer
Hasta el día que llorando se marchó,
Ilusiones, esperanzas
Para siempre, detrás de sus pasos se llevó.
Y esas lágrimas de amor que no entendí,
Y las súplicas que nunca profirió,
Hoy me gritan lo perdido
Porque todo para mí, murió.
Letra :
Roberto Miró (Roberto Daniel Miró)
Música :
Miguel Nijensohn
Grabado
por la orquesta de Carlos Di Sarli con la voz de Oscar Serpa. (sello RCA Nº 1A
– 0067)