CHE, BACANA

 

 

 

Te engrupiste con mi pinta abacanada
Te llenaste la sesera de ilusión,
Esta noche que te tuve arrinconado
Te chamuyé muy bajito al corazón.
Te morfaste que era yo, el rey de los cobres
Al hablarte de la herencia de papá,
De un asilo construido pa´ los pobres
Y mi auto de paseo Cadillác.
 
Che bacana, son macanas,
Yo no tengo más riqueza
En mi escasa ilustración;
Por los libros bien leídos,
Un cachito grande de alma
Y otro cacho de ilusión.
 
Y mi viejo, si le vieras la silueta
Me hago cargo de la cara que ponés,
No es ni en sueño fabricante de peinetas
Sino un pobre verdulero y calabrés.
Si la estancia que te dije, che pipiola
Esa sí que la tenemos... de ilusión,
En los campos de “la nuca”, allá en “tendriola”
Un país imaginario y chacotón.
 
Che bacana, oí fulana,
Lo del auto y del asilo
Era un cuento de ocasión;
La nobleza que yo tengo,
Son cigarrillos de veinte
Con dos guitas de cupón.

 

Letra : Reinaldo Pignataro

Música : Guillermo Cavazza

 

Grabado por Tita Merello con acompañamiento de orquesta. (1929)

 

 

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