PRIENDA
Gaucho tristón,
Perro manso, surco siembra.
Ley del fogón,
Tropa, rancho, amor y
huella.
Un viento atroz,
Una sombra, noche fiera,
Junto a Dios, mi corazón,
Mientras mi prienda, más
temblaba en su sopor.
Entró a llorar
Pobrecita, suerte perra,
Me hinqué a rezar
Yo, que nunca había rezado.
Quise porfiar
Fui cerrando las
tranqueras,
Y al relinchar mi zaino
La sombra igual entró.
Fuimos bajando la cuesta
Dos y dos, en fila india,
Cuatro manos y mi prienda,
dormida,
En la caja, de blanco
vestida.
Dejamos su soledad, junto a
un sauzal,
Volvimos tristes, muy
tristes, sin hablar,
Después, yuyal y tapera
Destino de huella, de andar
y de andar.
No tengo ya
Perro manso, surco,
siembra.
No tengo ya
Tropa, rancho, amor ni
prienda.
Andando voy
Y al saber que voy sin
ella,
En mi rencor, saco el facón
Para partirme de una vez,
el corazón.
Oigo una voz
Es mi prienda, son sus
ruegos.
Es su visión
Que se acerca a mí,
corriendo.
Tiemblo en mi horror,
Mi facón arrojo al suelo,
Mis ojos quedan ciegos
Mi prienda ya no está.
Letra :
Enrique Lary (Enrique Lary Storch)
Música : Erma
Suárez
Grabado
por la orquesta de Héctor Varela con la voz de Argentino Ledesma. (sello Pampa
Nº P M 14.053, en marzo de 1953)
(letra
obtenida de la grabación)